7 mar 2017

Jonathan James, el joven que con sólo 15 años hackeó y puso de cabeza a la NASA y al Pentágono

Entre junio y octubre de 1999 se llevaba a cabo uno de los episodios más increíbles en la historia de los crímenes informáticos. El Departamento de Defensa de los Estados Unidos (DOD) descubría una serie de intrusiones a compañías privadas, sistemas escolares, así como al mismo DOD y hasta la NASA. Lo interesante de todo esto es que dichas intrusiones fueron obra de un joven de apenas 15 años de edad.
Jonathan Joseph James es parte de los libros de historia como el primer cracker (que para efectos prácticos nos referiremos a él como 'hacker') menor de edad en ser sentenciado por delitos cibernéticos en los Estados Unidos. Ésta es su historia.
Jonathan James, quien operaba bajo el seudónimo de 'C0mrade', es considerado uno de los más grandes hackers de la historia, esto gracias a su gran capacidad de acceder a sistemas privados por mero entretenimiento. Entre el 29 y 30 de junio, Jonathan logró romper la seguridad de la NASA y acceder a 13 ordenadores de donde robó software e información con un valor de 1,7 millones de dólares, lo que provocó que la agencia tuviera que apagar sus sistemas por 21 días, una acción que les costaría 41.000 dólares en reparaciones y pérdidas.
Posteriormente se descubriría que el software que robó 'C0mrade' se trataba del código fuente que controlaba elementos críticos de supervivencia dentro de la Estación Espacial Internacional. Según la NASA, este software permitía controlar la temperatura y la humedad dentro de la ISS, así como otros elementos importantes del entorno físico. Por lo anterior, la NASA tomó la decisión de apagar todo y reescribir parte del código fuente, además de reforzar la seguridad de sus sistemas.
Para agosto de 1999, Jonathan ya había logrado vulnerar los sistemas de la gran compañía de telecomunicaciones BellSouth, el Centro de Vuelo Espacial Marshall en Huntsville, Alabama, y el sistema escolar del contado de Miami-Dade, pero lo que ocasionaría que las alertas de las autoridades se encendieran, sería una intrusión a los ordenadores del Departamento de Defensa de los Estados Unidos en el Pentágono.
Jonathan se había convertido en la primer persona en el mundo en crackear al DOD entrando al sistema de la Agencia de Reducción de Amenazas a la Defensa (DTRA), división del DOD encargada de analizar las posibles amenazas a Estados Unidos. Pero aquí lo más interesante es cómo había logrado todo esto.
Jonathan había encontrado una puerta trasera en uno de los servidores de Dulles, Virginia, donde instaló un sniffer que le permitió espiar miles de llamadas y mensajes, pero su objetivo se centró en el personal del DTRA. Entre septiembre y octubre de 1999 logró interceptar más de 3.000 mensajes entre empleados de la agencia, mensajes que le permitieron obtener nombres de usuario y contraseñas que le dieron acceso a 10 ordenadores militares.

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